En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, vive una pedazo de hija de puta que se dedica, básicamente, a putear, oprimir y joder (J-O-D-E-R) a todos y cada uno de sus empleados (salvo aquellos que ocupan ocho e incluso más horas en chuparle el culo). El autor, con sus más que limitadas -e incluso literalmente inexistentes- dotes artísticas, pretende reirse un poco de todo lo que pasa en la empresa en cuestión.
Sírvase frío y con mucho hielo.
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